Wednesday, March 31, 2010

Roberto Ramos Perea y los Ateos de la Vida

Nota: Se, que como en todos los ambitos de la vida, tiene que haber ateos distintos a los que yo describo aqui. No deseo ofender a nadie, sino exponer mis experiencias en el trato con personas que dicen ser ateos, y criticar un poco a este senor, Roberto Ramos Perea, que indudablemente piensa que tiene el sarten del narcisismo y la razon asido por el mango y que, segun el, es perfecto y a todo dar.

He tratado de cerca con dos o tres ateos, además de que escucho el programa de Normando Valentin en WKAQ Radio, donde traen al "analista" Roberto Ramos Perea quien también es ateo.

Ya estoy casi acostumbrada al tono irreverente de Perea, tono encendedor de conflictos, que en realidad nada resuelve, pero que le sirve para vomitar su veneno. "De la abundancia del corazón habla la boca".

Asi lo hace Perea con el gobernador de Puerto Rico, a quien a boca de jarro llama "pusilánime" "debilucho" y muchos otros epítetos, dependiendo de cual sea el tema del día. Así lo hace con otros funcionarios, con senadores, representantes y demás. De hecho, recuerdo un programa en el cual se discutía el issue de la investigación del Senador Hector Martínez. En ese espacio, Perea estuvo hablando "pestes" (como se dice en Puerto Rico) de Thomas Rivera Schatz, el Presidente de ese cuerpo legislativo... hasta que llamó el propio Rivera Schatz al programa, y Perea se puso mansito.... ¿por qué no aprovechó el momento para mantener el tono que tenía antes de la llamada.... no lo sé.... me causa risa.

Todo esto me divertía, HASTA QUE SE METIO CON CRISTO.

Los ateos que he conocido, y créanme, muy de cerca, tienen cosas en común:

  1. Tienen mucho coraje y rencor en su interior. ¿Dónde vaciarlo? Pues obviamente, en Dios, que es una figura de autoridad; a quien reconocemos como nuestro Padre Celestial. Contrario a los cristianos, que hablamos de amor, de aceptación y de esperanza, los ateos con quien me ha tocado lidiar llegan a la agresividad y hasta a humillar a los demás por exponer su punto de vista. Por lo general esta agresividad es un reflejo de conflictos internos, complejos, y muchas otras cosas. De hecho, uno de mis ex amigos ateos una vez me dijo: "siempre me sentí en mi niñez y adolescencia como un gordo asqueroso e indeseable, feo, poco atractivo; así que me casé con la primera mujer que me dijo SI" AYYY esto tiene que doler. Dejar heridas psicológicas abiertas y sangrando es una carga muy triste y pesada para llevar. Con razón esta persona es como es. Rebelde. Agriado.
  2. Son bocones. Dios mío, como les gusta exponer su ideal a la menor provocacion! NO importa quien esté, o donde sea, esta gente viene a la defensiva y ofensiva también. Uff.
  3. Son inflexibles. Los ateos con quienes me ha tocado lidiar rechazan toda idea cercana o parecida al tema de la espiritualidad cristiana. En su mentalidad finita piensan que uno los quiere convencer, en lugar de pensar que uno lo que quiere es compartir sus ideas. Cuando se discute sobre estos temas sanamente y sin conflicto, se alimenta el intelecto y la cognición. Otro de mis amigos ateos aun le molestaba que yo le contestara "Bien, gracias a Dios" a la tan sencilla pregunta "¿Como estas?" QUE ES ESTOOOOOO.
  4. Tienen problemas en otros ámbitos. Por lo menos dos de los ateos que conozco se han divorciado más de una vez, y no tienen al momento relaciones significativas. Es que hasta que una persona esté limpia de todo rencor y amargura no puede establecer relaciones afectivas significativas. Asimismo, en los trabajos son gente que crea controversia, y no necesariamente por la religión, sino por sus estilos.
  5. Fingen que nada les importa. Estos ateos amigos míos se escudan en el pensamiento de que no necesitan de nadie. Ellos dicen que si otros se alejan de ellos por sus actitudes no les hacen falta. Y para colmo guardan rencor.
Como les decía, llegó el día que me cansé del tal Roberto Ramos Perea. Ese día es hoy.

Tipo: o bajas el tono o lo bajas. Con mi Dios no te metas. Si me fuera a poner a tu nivel te podria encajar un monton de epitetos tambien.